INTRODUCCIÓN:
Los trastornos por ansiedad forman un grupo en el que el síntoma cardinal es precisamente la angustia, misma que se define como un sentimiento de intranquilidad, caracterizado por la presencia de un aumento inespecífico de la respuesta de alerta provocada por las catecolaminas (adrenalina, noradrenalina y dopamina), que son neurotransmisores de tipo estimulador que se liberan en respuesta al estrés o las agresiones, lo síntomas relacionados con su liberación son: taquicardia, sudoración, malestar abdominal, tensión muscular, miedo, visión borrosa, insomnio, preocupaciones excesivas sobre cuestiones propias de la vida cotidiana, irritabilidad y actitud expectante. Estos síntomas se presentan de manera espontánea sin que medie algún factor externo que los provoque.
Los trastornos por ansiedad se subdividen en varios tipos dependiendo de las características de los síntomas: Fobias, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno por ataques de pánico, trastorno por ansiedad generalizada y trastorno por estrés post-traumático.
FOBIAS: Las fobias se caracterizan por la presencia de un miedo irracional o absurdo hacia una situación, animal o cosa, cuando el sujeto tiene que someterse al estímulo fóbico presenta ansiedad extrema y la necesidad imperiosa de alejarse de dicho objeto. Se clasifican básicamente en dos tipos, la primera es la fobia social en la que el individuo teme ser sometido al escrutinio o crítica de las demás personas, evitando asistir a eventos sociales o evitando exponerse a un público en una presentación, clase o conferencia, en la segunda, llamada fobia simple, el sujeto teme acercarse a algún animal, estar en un lugar cerrado o abierto, subir a un elevador, estar en el transporte público o en lugares concurridos de los que sea difícil salir, al conjunto de estos temores se le llama agorafobia.
TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO: En este trastorno las personas presentan dos tipos de síntomas: obsesiones y compulsiones; una idea obsesiva se caracteriza por ser absurda, fija y además ser identificada como absurda por el paciente, la compulsión es el componente motor de la idea obsesiva, es una acción o un ritual que se ejecuta a partir de la idea obsesiva para mitigar la angustia que ésta genera, un ejemplo frecuente es la idea de lavarse las manos muchas veces al día por la posibilidad de que se encuentren contaminadas por alguna bacteria, la compulsión sería lavarlas fuertemente para eliminar ese germen nocivo.
TRASTORNO POR ATAQUES DE PÁNICO: Los pacientes con este trastorno presentan súbitamente crisis de angustia caracterizadas por la presencia de taquicardia, sudoración, sensación de opresión en el pecho, sensación de muerte inminente, pérdida de control, oleadas de calor, sensación de adormecimiento en las manos y en la cara, deseos de salir rápidamente del lugar en que se encuentran y sobre todo temor a presentar nuevas crisis, con frecuencia el cuadro se acompaña de síntomas depresivos; es frecuente que los pacientes acudan de primera instancia con otros especialistas como el internista, el endocrinólogo o el ginecólogo, esto debido a la presencia de múltiples síntomas físicos que para algunos clínicos hace difícil el diagnóstico.
TRASTORNO POR ANSIEDAD GENERALIZADA: En este padecimiento el sujeto siente ansiedad de manera sostenida a lo largo del día, con una actitud expectante y con preocupaciones excesivas en relación con cuestiones que no tienen importancia o que aún no suceden, frecuentemente presentan síntomas autonómicos como insomnio, problemas digestivos, sudoración o aumento en la presión arterial. Sus preocupaciones lo abarcan todo y frecuentemente tienen problemas con las personas cercanas por expresar dichas preocupaciones.
TRASTORNO POR ESTRÉS POST-TRAUMÁTICO: Las personas con ésta patología tienen historia de haber sufrido algún evento traumático como puede ser un asalto, abuso sexual, un secuestro o una pérdida grave. El síntoma cardinal es la re experiencia del trauma, los pacientes ante situaciones similares a las vividas presentan una crisis de angustia y la sensación de que lo sucedido se está repitiendo. El sujeto evita por lo tanto situaciones parecidas o lugares cercanos a aquellos en los que vivió el trauma, además el paciente presenta síntomas autonómicos de manera sostenida con aumento y disminución en los mismos.
CAUSAS
Los trastornos por ansiedad son de origen desconocido, entre las causas contribuyentes a los síntomas se encuentran factores de tipo biológico como una falla en la regulación de un grupo de neurotransmisores llamadas catecolaminas, esta alteración tiene un origen genético y por tanto hereditario, los factores psicológicos son igualmente importantes, los conflictos durante el desarrollo y la relación del niño con los padres predisponen a la presencia de algunos de estos cuadros. La historia de aviso sexual o físico durante la infancia es un factor asociado a los trastornos por ansiedad y a otras patologías psiquiátricas.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de estos trastornos es clínico, no existen alteraciones en los exámenes de laboratorio o gabinete. En muchas ocasiones el diagnóstico de un trastorno por ansiedad es pospuesto aunque el paciente acuda con el médico, ya que ante la presencia de múltiples síntomas físicos el cuadro es confundido con otras patologías y por tanto no es tratado adecuadamente. El curso de los trastornos por ansiedad es crónico por lo que en ocasiones es necesario tratarlos por períodos prolongados, presentándose períodos de exacerbación y remisión de los síntomas.
TRATAMIENTO
El tratamiento de estos trastornos es fundamentalmente de tipo médico, combinándose el tratamiento psicoterapéutico para abarcar los factores causales en su totalidad. Los medicamentos utilizados para tratar estas patologías son de dos tipos principalmente: los antidepresivos y las benzodiacepinas ( ver el apartado de psicofarmacología en la columna derecha). El tratamiento debe mantenerse por períodos prolongados variando éstos dependiendo de cada paciente y el curso de sus síntomas.
COMPLICACIONES
En caso de no ser tratados, estos pacientes pueden sufrir de complicaciones graves que ponen en peligro la vida, ya que la depresión es un fenómeno que acompaña con frecuencia a estos trastornos. Algunos pacientes no diagnosticados o mal manejados pueden presentar complicaciones físicas o sufrir daños adicionales por iatrogenia.